sábado, 17 de abril de 2010

El puerto del Morredero ( Ponferrada )


Descripción: Si El Bierzo es el "paraíso del ciclismo de montaña" esta ascensión constituye el "Árbol del Bien y del Mal" en el centro mismo del Edén y es que sitúa a cualquiera que se atreva con sus rampas ante un reto de enorme envergadura que le va a llevar a reconocer en pocos kilómetros la bondad o maldad de su forma física. La Estación Invernal de El Morrdero ha sido en alguna ocasión final de etapa en la Vuelta a España, con lo que ha librado a los gigantes de la ruta de un sobreesfuerzo añadido de otros 10 kms. más. Si es verdad, como apuntan, que el nombre viene de "moridero" nunca un puerto tuvo una denominación más apropiada y si a esto añadimos el nombre del siguiente collado, Los Portillinos, parece que ya que nos encontramos ante las mismas "puertas" del cielo, tras haber fallecido en el intento. Los primeros 5 kms. nos van a venir que ni pintados para afinar las piernas hasta que, junto a la iglesia de Barrios, empiece nuestro padecer. Más vale que dediquemos una pequeña oración a su titular y a todos los santos para que nos ayuden a afrontar los siguientes tres kilómetros, con rampas que llegan hasta un 17% y un tramo que se hace eterno a un 12% mantenido. Llegamos después a una especie de zona amesetada que nos va a permitir recuperar las fuerzas durante otros tres mil metros más hasta hallarnos frente a una nueva rampa al 13% que nos va dejar a las puertas mismas del precioso pueblo de San Cristóbal de Valdueza. Este santo, patrono de los viajeros, va a ser nuestro compañero de ruta hasta la cima. Nada más abandonar la citada localidad iniciamos un nuevo tramo mortal con varias rampas al 14% en sus algo más de dos kilómetros. Un nuevo collado, tras dejar a la izquierda el cruce a la perdida población de Bouzas, nos va a dar la bienvenida con una antena que nos ha servido de referencia. Aún deberemos superar dos mil metros al 7% antes de alcanzar la primera zona de descanso auténtico, aunque engañoso, porque sus descensos sólo sirven para enfriar los músculos que siguen enfrentándose a una rampa tras otra, aunque la pendiente media de esos kilómetros refleje cifras inapreciables. Abajo, a nuestra izquierda y en lo profundo del barranco, los habitantes de Bouzas parecen vivir alejados del mundo. Otros 3 kms. más con sus correspondientes rampas nos llevan a la Estación Invernal de El Morredero, que dejamos a la derecha si no hemos optado por finalizar aquí mismo nuestra escalada. Un breve descenso hasta el fondo de una vaguada nos pone en el inicio de un nuevo tramo que culmina con un tramo durísimo que remonta la pared del collado de Los Portillinos, al que se accede tras una herradura derecha y un carretera de trazado rectilíneo y rampas impresionantes. Las fotos de rigor nos sirven de justificación para recuperar el aliento porque aún deberemos seguir cresteando durante los últimos 6 kms, de tramos descendentes y pequeñas ascensiones hasta la última y definitiva que nos lleva al punto culminante de la ascensión y que para nuestra desilusión no tiene ningún cartel señalizador ni ningún nombre reconocido. Sabremos que hemos coronado porque hemos vencido una rampa final al 8% y las vistas hacia la otra vertiente, la del Puerto del Palo, indican que, si no queremos dirigirnos a la comarca de La Cabrera, es mejor no seguir adelante, que también esa ladera se las trae. En todo el recorrido el paisaje que se contempla es amplísimo y si se nos ocurre realizar esta escalada en solitario el Monte Teleno, que nos observa desde lo alto, nos va a parecer el auténtico rey del entorno, del que no somos más que minúsculos personajillos que han osado violar la majestuosidad de este panorama inolvidable.